¡Es el método estúpido!
Eduardo
H Calvillo Gámez
Donald Trump llegó a decir en 2009 que el
calentamiento global y el cambio climático era un engaño de los chinos (https://twitter.com/realDonaldTrump/status/265895292191248385).
Y como él, existen muchas personas que no creen que el cambio climático sea
real o sea consecuencia de la actividad humana. O creen que las vacunas
producen autismo o hasta la muerte, o que los Organismos Geneticamente
Modificados (GMO en inglés), ó la Teoría
de la Evolución, ó lo que sea produce algo que no nos gusta porque de entrada lo que oímos no
hace “clic” con nuestras creencias.
En Estados Unidos se llevó acabo un debate
entre un divulgador de la ciencia y un divulgador del creacionismo. Al final
del debate se les pregunto que los haría cambiar de opinión: El del
creacionismo dijo que nada, el de la ciencia dijo que nueva evidencia. (https://en.wikipedia.org/wiki/Bill_Nye%E2%80%93Ken_Ham_debate).
Las teorías no nacen por si solas ni existen
en el ambiente como pokemones para ser capturadas y posteriormente
evolucionadas por quien las haya capturado. Las teorías son consecuencia del
método científico.
Todos en algún momento de nuestra educación
revisamos el método científico como un tema en algunas de nuestras clases.
Normalmente lo presentaban abstracto y fuera de toda conexión con la realidad.
A lo mejor nos enseñaban a escribir alguna hipótesis o tal vez hacíamos un
experimento donde pusiéramos el método en acción.
Cómo referencia, en Monografías.com (http://www.monografias.com/trabajos70/metodo-cientifico/metodo-cientifico.shtml#pasosdelma)
definen los siguientes pasos del método científico:
1.
Observación
2.
Hipótesis
3.
Experimentación
4.
Teoría
(No es el punto de este artículo discutir la
validez de Monografias.com, pero si tiene duda de la misma, pregúntele a
cualquier escolapio con acceso a Internet cuantas tareas ha hecho usándolo.)
Si bien en general no hay gran discusión sobre
los 4 grandes pases del método científico, si puede haber algo de varianza
respecto a cómo hilar esos pasos, o si existen sub-pasos que se conectan entre
ellos. Pero como podrán confirmar muchos filósofos de la ciencia, el método
científico puede cambiar en sus pasos, sin embargo, no cambia en sus
principios:
1.
Basado en datos: Es el punto de
partida, necesitamos alguna forma de medir y recolectar datos.
2.
Replicable: cualquier persona
puede tomar los mismos elementos y replicar lo que se había hecho y obtener los
mismos resultados.
3.
Abierto al escrutinio: no aplica
el principio de información reservada ni “mate-magía”. Todo está abierto a la
discusión, de hecho, parte de la formación científica es saber lidiar con la
crítica al trabajo que se presenta.
4.
Conclusiones son adaptables según emerge
nueva evidencia. Una teoría se puede ir cambiando según entendemos mejor
nuestro entorno, creamos mejores herramientas para medir y obtener datos más
finos. Es posible que, dada la misma hipótesis, observación y datos, gente
obtenga o proponga diferentes conclusiones.
La principal virtud de la ciencia es también
su principal punto de ataque para aquellos que no creen en ella: cambia. Y
también por eso mucha gente confunde una hipótesis con una teoría.
Voy tratar de explicar lo anterior con un
“chiste”, van tres personas (Fulano, Sutano y Perengana) en un tren pasando por
un país desconocido, llamémosle San Garabato (en honor a Rius), cuando las
personas voltean por la ventana ven tres vacas de perfil, las cuales son
blancas con machas rosas. Fulano dice: “Las vacas en San Garabato son blancas
con manchas rosas”; Sutano corrige, “No, esas tres vacas son blancas con
manchas rosas”; finalmente Perengana los corrige, “No, esas tres vacas son
blancas con manchas rosas del perfil que podemos ver”.
Ante lo mismos datos, misma hipótesis, las
tres personas proponen tres conclusiones diferentes. Si las tres personas se
encuentran otra vaca, y esa es de otro color, pues la conclusión de Fulano es
incorrecta. Esas conclusiones se vuelven a su vez una nueva hipótesis que puede
ser puesta a prueba con otros experimentos, y así sucesivamente.
Eso no quiere decir que toda la ciencia este
incorrecta o pueda cambiar en un abrir o cerrar de ojos. Desde un punto de
vista pragmático podemos decir que la ciencia es correcta porque sus resultados
se aplican y están a la vista de todos: aviones volando, barcos flotando,
submarinos hundidos y navegando. Hay otros menos resultados menos visibles,
pero que poco a poco van formando teorías y conclusiones más sólidas en base a
los datos que se reciben, por ejemplo la teoría de la evolución se ha visto
beneficiada por los avances en estudios genéticos (http://news.nationalgeographic.com/news/2014/01/140129-neanderthal-genes-genetics-migration-africa-eurasian-science/).
Ese es la principal virtud del método
científico, nos permite entender mejor nuestro Universo, y en mientras mejor lo
entendemos, obtenemos más datos que nos permiten entenderlo mejor.
Cuando hay críticas a los resultados de la
ciencia, normalmente no se cuestiona los datos: cómo fueron observados, cómo
fueron medidos, cómo fueron obtenidos, cómo fueron analizados, dentro de que
marcos teóricos fueron analizados. Lo que se cuestiona es el resultado en sí,
como si fuera un dogma que apareció de la nada.
Seleccionamos los resultados que no nos gustan
o porque no encajan con nuestras creencias: El calentamiento global no existe,
las vacunas producen autismo, los GMO son malos, la homosexualidad es
adquirida, la evolución es falsa, la tierra tiene 5000 años de existir, la tierra
es plana.
Lo peor que la puede pasar a la ciencia es que
alguien tome un resultado y lo convierta en un elemento evangelizador. Y pasa, dentro de la comunidad científica y
fuera de ella. Por eso es importante siempre revisar cómo se obtuvo la teoría
que estamos cuestionando. Si bien la vida no nos alcanzará para revisar a fondo
todas las áreas del conocimiento, si podemos confiar en los expertos de la
ciencia o revisar las publicaciones de divulgación científico. Y si algo no nos
gusta, lo que hay que revisar es como se obtuvo, no el resultado propuesto.