Si sólo me queda tu recuerdo con las risas o las lagrimas que derrame por ti, con ellas me quedo.
El extrañarte sería una perdida de tiempo. No me sirve desearte pero no tenerte. No te extraño porque es inutil. El saber que estas pero no conmigo, que ríes y lloras, que gritas y callas sin pensar en mi.
Lo mejor es recordarte. Tenerte en mi mente en aquellos momentos que me haces falta porque tengo claro que no estarás al lado de mí. Oír tu voz cuando la sé cerca, entender tus pensamientos cuando son para mí. Pero no quiero extrañarte.
Por eso de mis labios jamás oirás decir: te extraño. Y tampoco quiero que tú me extrañes, porque acéptalo, no estoy contigo.